martes, 27 de noviembre de 2012

Todos esos poemas donde sólo es cuestión del poema, toda esa poesía que no tiene otra materia que sí misma. ¿Qué se diría de una plegaria cuyo objeto fuera la religión? E. M. Cioran, Del inconveniente de haber nacido, traducción de Esther Seligson.